En el corazΓ³n de la zona sur de Cochabamba, bajo un cielo que anuncia la cosecha y la esperanza, se levanta la devociΓ³n a Santa Vera Cruz Tatala. Desde las primeras luces de mayo, este rincΓ³n sagrado vibra con mΓΊsica, aromas ancestrales, colores de fe y una energΓa que sΓ³lo puede explicarse desde el alma de su gente.
La fiesta de Santa Vera Cruz, no solo convoca por su magnitud, sino por lo profundo de su significado. AllΓ estuvimos con La Mixtura, compartiendo micrΓ³fono y emociΓ³n con los vecinos, los comerciantes, los peregrinos y los devotos que, aΓ±o tras aΓ±o, regresan con ofrendas y agradecimientos.
“Nos cumpliΓ³ casita y buena producciΓ³n”, “me dio mi wawita despuΓ©s de mucho”, “si uno tiene fe, el SeΓ±or le cumple”. Las voces de Constantina Ayala y Amelia RodrΓguez, resuenan entre velas encendidas y coplas que mezclan el humor con la sΓΊplica. En Santa Vera Cruz, la gratitud se canta, se baila y se arrodilla.
La historia de esta devociΓ³n se remonta a tiempos en los que no existΓan papeles que registraran la fe. Como explica el sociΓ³logo Edwin Claros. Este espacio era una waka, un lugar de poder espiritual donde se ofrecΓan los primeros frutos a la Pachamama, y se pedΓa fertilidad para la tierra, el ganado y las familias. La coincidencia con la apariciΓ³n de la Cruz del Sur, la Chakana, marcaba el inicio de un nuevo ciclo.
Durante nuestra visita, el fuego y el humo parecΓan conectar la tierra con el cielo. En medio del ritual, una mujer colocaba un muΓ±equito a los pies del Cristo. “Yo ya tengo mi guagΓΌita, que otra mamita lo encuentre”, nos dijo, con una sonrisa entre lΓ‘grimas. Esas pequeΓ±as grandes historias son las que hacen de esta festividad una verdadera mixtura de fe, tradiciΓ³n y comunidad.
MΓ‘s allΓ‘ de la fiesta central, la devociΓ³n no descansa. Todo el aΓ±o, se recibe peregrinos que con esperanza, con silencio o con coplas. En Santa Vera Cruz, lo sagrado y lo popular caminan juntos. Y nosotros tuvimos la fortuna de caminar con ellos.
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Cobertura - Equipo Radio cepja |